se
revuelve frenética
ignorante
del dadaísmo
que
la define
pero
no del uniforme del Barcelona
que
visten los que no tienen brazos
pero
sí piernas,
los
que no tienen barniz
pero
sí madera
los
que si fueran del Bayern de Munich
no
serían iguales
No
tienes presente,
y
en Huelva te juegas
tu
futuro,
¿cuánto
absurdo puede aguantar
un
niño de cinco años?
Un
mutilado de guerra
inventó
tu tiempo libre
tu
tiempo libre mutilado
por
horarios intensivos
que
te hacen de madera
con
brazos con cables
en
lugar de venas
y
mutilan tu lectoescritura
que
no sirve para nada
en
la jungla mutilada
y
pintada de verde
con
hierba de madera
que
eligieron para que vivieras.
No
tienes presente,
en
Bielorrusia te jugaste
tu
pasado
y
lo perdiste,
¿cuánto
absurdo aguantan
los
que llegan a adultos?
El
deporte te salvó de la droga
y
te hizo cristiano evangélico;
dios
es amor, y no le da igual
quién
gane o quién pierda,
y
tú ves bichitos corriendo
unidos
a una barra de hierro,
dicen
que ya estás a salvo,
dicen
que cerca del polo químico
harás
historia,
y
no da igual de qué color sean los muñecos,
no,
no da igual.