NO PROHIBIRÁN A LAS PALOMAS CAGARSE ENCIMA DE MI ESTATUA

 

Esto por cobarde

esto por mojigato

esto por seguir las huellas como un perro,

esto por no ver más allá de mis narices

esto por no saber alzarme sobre mi cuellicorto futuro.

Con el territorio acotado,

como pienso compuesto,

lo pisoteo,

lo muerdo,

lo trago,

como un débil mental lo trago,

como Sócrates bebiendo el veneno éste,

¿cómo se llamaba? Bueno, da igual...

el caso es que me siento seguro,

COMO SÓCRATES BEBIENDO LA CICUTA

ME SIENTO SEGURO,

me creo más sabio

por tener la luz blanca del supermercado

enfocada sobre mis alimentos, sobre mis manos, sobre mi vida

de majadero, de notario, de mamarracho pacato, de patán crédulo como un anciano escondido tras un meticuloso afeitado y las últimas gafas de la óptica,

en verdad, ¿quién soy yo para sentirme seguro?

Ahora he sabido hacerme la pregunta

pero antes lo hacía muy bien,

tirando hacia delante, hacia delante, hacia delante

hacia mi destino gallináceo,

viendo en blanco y negro como los perros

y creyéndome todos los certificados

incluyendo los que llevo tatuados en la piel;

acabaré admitiendo que el papel impreso

es comestible.

 

Como ciudadano

no espero que me agradezcan los servicios prestados;

sé que no construirán una estatua mía

cerca del cementerio

para prohibir a las palomas cagarse encima;

como ciudadano

sé que el ciudadano no se hace, nace;

si tus madres te pegaron las leches adecuadas,

ni más ni menos,

acabarás viendo la boda del príncipe y preguntando

cuántos diamantes lleva incrustados el vestido de la novia,

que eso es lo que al fin y al cabo ser ciudadano,

¿o no?,

y eso no tiene mérito,

lo que tiene mérito es hacer lo que hizo el príncipe,

ser el primer espermatozoide en entrar en el útero real o de quien sea,

y nacer, joder, NACER, que eso hoy en día hay que reconocer que es difícil,

eso sí merece una estatua,

eso es un espermatozoide que sabe buscarse la vida

y lo demás son tonterías,

todos les debemos pleitesía

o eso había creído yo hasta ahora;

de todos modos nunca me molesté en pensar en ello

porque soy un mojigato,

porque ya no respiro,

porque me he convertido en pieza de mobiliario,

porque el sofá me da la enhorabuena

por el éxito de mi fusión con él,

porque mi dedo no se despega

de donde no se despega,

porque otros harán una canción

con mis pensamientos furtivos,

pero yo seguiré prefiriendo

BAILAR