La Mierda ha hablado.

 

Estimados lectores, me dirijo a vosotr@s para poner en alza mi nombre, mi persona y mi sensibilidad... me dirijo a vosotr@s para que leáis mi reivindicación al derecho a ser respetado y querido como parte de cada un@ de vosotr@s que soy.

 

Me llaman de muchas maneras... drek, govno, skítur, stront, cacha, lort, skit, AepbMo, scheibe, merde, merda, shit... y vosotr@s l@s hispano-hablantes me llamais deshecho, deyección, hez, excremento, deposición, caca, truño... pero con el que más identificado me siento es con Mierda.

 

Soy la Mierda, esa parte de vosotr@s que os ayuda a no retener mas alimentos de la cuenta en vuestro cuerpo, esa parte de vosotr@s que os alivia, que os da una excusa para un momento de relax.

 

En vuestro cuerpo hay un corazón, dos pulmones (algunos grises y otros rosados), vísceras y yo... la Mierda, si, reconozcámoslo, estoy ahí, algunas veces soy mas grande, otras más pequeña, depende de cómo haya ido vuestra digestión, hay gente que incluso toma más fibra para poder expulsarme más veces al día, para tener más de mi en sus cuerpos... porque ya lo dijo el dicho “Mierda somos y en Mierda nos convertiremos”... o lo que es lo mismo, en abono para la tierra, tod@s somos en parte Mierda y seremos Mierda cuando nos muramos, desde la persona más caritativa y noble del mundo hasta la mas cabrona e hija de puta. Yo, la Mierda, estoy en tod@s vosotr@s... Porque ¿quién no desea fervientemente cagar cuando le da un buen apretón?, ¿y ese gustoso vacío que se queda en el culo al expulsarme?.

 

Estoy harta de que me incluyáis en el elemento escatológico por excelencia, porque no es justo, yo soy una característica muy importante del ser humano y de los animales, algo que os une, soy vuestra cita de cada día, soy una de las pocas cosas que no os hace diferentes, porque cagar caga desde el mas rico hasta el más pobre, el niño, la niña, la mujer, el hombre, el chucho, el perro de raza, la vaca, el león... tod@s cagamos, tod@s echamos Mierdas, desde el pobre que recoge cartones para refugiarse del frío, pasando por el funcionario puteado hasta el mismísimo Papa (aunque aquí y en confidencia, tengo que decir que este hombre me expulsa con severas dificultades)... y para l@s más religios@s decir que Jesús también cagó, también me echó y ya en sus últimos días sufrió una gran diarrea por comer pan duro y beber demasiado vino tinto Don Simón.

 

¿Por qué al hablar de mi lo consideráis un tema “escatológico”, “asqueroso” o “desagradable”?,  ¿Es por mi olor?... porque os puedo asegurar que hay perfumes que huelen peor que yo (huélase: Carolina herrera y alguna que otra de Christian Dior y ya en los perfumes más baratos, encontramos ejemplares como Barón Dandy y algunas del mismo estilo)... ¿o es mi textura, color y forma? Porque entonces estamos hablando de discriminación, me estáis marginando... ¿o es que rechazaríais a un hermano o hermana vuestr@ por ser fe@?

 

Podría incluso estar de moda, los seres humanos sois así de influenciables, cuando los grandes ( casa Christian Dior, Yves Saint Laurent o cualquier otra influenciable en la moda) ponen algo absurdo de moda, vosotr@s lo incluís en vuestro vestuario aunque en otro momento os pareciera una horterada... y a los hechos me remito: calcetines de rombos, camisetas de acid house, pantalones de pitillos... si estas cosas han estado de moda, yo también podría estarlo, casi pasó una vez y todo porque un primo mío “el señor mojón” salió en una serie de dibujos animados muy popular, recuerdo haber visto a gente con camisetas del “señor mojón” por la calle... ¿y por que no camisetas de la Señora Mierda?

 

Soy un símbolo de vida, cuando me echáis es que estáis viv@s, una de las primeras cosas que hacéis al nacer y una de las últimas cosas que hacéis antes de morir es echarme... soy un símbolo de placer... ¿o es que no os quedáis a gusto cuando me expulsáis?, hay gente a la que llaman coprófag@s que incluso me comen... y es que es@s a l@s que llamáis loc@s o guarr@s me aman de tal manera que siempre quieren tenerme dentro de ell@s. Y no digo que tengáis que llegar hasta ese punto, si yo lo único que pido es un poco de comprensión y bondad, un poco de respeto hacia mi persona, hacia esa parte de vosotr@s de la que renegáis constantemente.

 

Tenéis que aprender a estar orgullos@s de mi porque queráis o no, soy parte de vosotr@s,  tenéis que cambiar el concepto que tenéis de mi porque me necesitáis y yo os necesito a vosostr@s. Mi nombre se utiliza para maldecir, para conversaciones que consideráis “escatológicas” y “de poco gusto”... ¿por qué me negáis si tod@s me necesitáis, si tod@s en el fondo me queréis?... yo soy y estoy llena de Amor... ¿o es que no os entran ganas de expulsarme cuando veis al hombre o a la mujer de vuestros sueños?.

 

Y para cambiar el significado que ha llenado mi nombre de injurias propongo un cambio en alguna expresiones que soléis utilizar, tales son:

 

“Me llenas de alegría”: “Me llenas de Mierda”

“Llenas de amor mi corazón”: “Llenas de Mierda mi corazón”

“Muchos besos”: “Muchas Mierdas”

“El amor que siento”: “La Mierda que siento”

 

Lo único que quiero es que incluyáis mi nombre en términos tan cariñosos y bonitos como la alegría, un beso, el amor... no es tan difícil, amadme y seréis amados por mi, y os prometo que nunca más os estreñiré, que nunca más os joderé unas vacaciones con una diarrea.

 

Nada más, espero vuestra colaboración para limpiar mi nombre, para que me tengáis en una buena consideración.

 

La Mierda ha hablado.

 

 

 

 

 

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