EL ENGENDRO, PATROCINADOR DE LA GIRA DEL CELEBRE TEÓLOGO ANIMAL POR ANDALUCÍA

PROFESOR JANUSZ LOWENCZYK: "MI TEORÍA TIENE UN GRAN FUTURO ENTRE LOS HEREJES"

El profesor Janusz Lowenczyk, que en 1983 provocó una tempestad en un vaso de agua al publicar el libro "¿Por qué un Conejo?", en el que sostenía que el dios de los cristianos se encarnaba en este animal, ha venido a Andalucía invitado por EL ENGENDRO para dar una serie de conferencias con el aún más rotundo título de "Dios es un Conejo".Lowenczyk, que no ha llegado a ser catedrático debido a que la cátedra de Teología Animal de la universidad de Cracovia fue concedida a una lámpara de pie propiedad del rector, está ahora en proceso de excomunión por sus tesis; además, ha recibido múltiples amenazas de muerte, su casa ha sido atacada con lanzallamas por la rama polaca de los guerrilleros de Cristo Rey y ha llegado a considerar la presentación de una solicitud de asilo político en las islas Vanuatu, aunque finalmente no se ha decidido a abandonar la muy noble y leal ciudad de Cracovia, con su casco antiguo que data de la época medieval y sus sólidas murallas testigo de siglos de lucha contra austriacos, alemanes y rusos. Las teorías de Lowenczyk, sin embargo, han sido calurósamente acogidas en el extranjero; la totalidad de los teólogos animales de la Unión Europea(seis personas) han firmado un manifiesto de apoyo al profesor polaco que fue bañado en sangre de conejo(para hacerlo más grato a dios) en una ceremonia celebrada el pasado día 12 en el antiguo claustro de la universidad de Lyon, a la que asistieron ocho estudiantes, un número nunca alcanzado en Occidente en los últimos cuatrocientos años. También el único teólogo animal norteamericano, el profesor Wynn Mc Mahon Carter, declaró apoyar rotundamente las tesis lowenczykianas justo antes de que él y sus alumnos, protegidos por 1.500 guardias nacionales, se dirigieran a asaltar y apedrear el gueto negro de Mobile (Alabama). Wynn Mc Mahon Carter, por cierto, aparece caracterizado de guerrero medieval en la serie "Los cazarrecompensas", que la plataforma digital EL ENGENDRO emite 24 horas al día en su canal 204B! Hechos como éste demuestran que las teorías de Lowenczyk han devuelto la teología animal al presente, muy a pesar de la opinión contraria del considerado mayor teólogo animal del siglo XX, Mariusz Kostakowicz, conocido jerarca eclesiástico a quien debemos la redaccion del último manual sobre exorcismos publicado por la Santa Sede. En sus momentos de lucidez, Kostakowicz defendió con uñas y dientes la necesidad de extraer con un sacacorchos el diablo del cuerpo de Lowenczyk, idea que sigue manteniendo ahora que padece demencia senil, aunque lógicamente sus argumentos han perdido fuerza. En todo caso, su tenaz enfrentamiento con la jerarquía eclesiástica y con la mayoría de los teologos animales de su país ha colocado a este barbudo erudito polaco en una situación extremadamente comprometida; Lowenczyk, cual Galileo de fin de siglo, podría ser quemado en la pira por cuestionar la tradicional representacion del espíritu santo como paloma. EL ENGENDRO, siempre interesado en la heterodoxia científica, quiso saber algo más sobre los puntos de vista del controvertido profesor, y, dado que éste habitualmente no concede entrevistas, hubo de empeñar su escaso crédito económico e intelectual en patrocinar su gira de conferencias por Andalucía. Pero antes de ofreceros las palabras que el lacónico (por los cojones) profesor nos ha dado ha cambio, EL ENGENDRO se ve obligado a dar a conocer una nota aclaratoria:

NOTA DE EL ENGENDRO: EL ENGENDRO, la publicación más caótica desde la Biblia, no quiere confirmar ni desmentir que Janusz Lowenczyk sea sustituido por un actor en sus conferencias: tal y como afirma el propio profesor, cualquier acto académico tiene más de pantomima que de otra cosa, así que las conferencias lowenczykianas pueden perfectamente ser consideradas como teatro.

AHORA YA PODÉIS LEER LA ENTREVISTA.

ENGENDRO: Doctor Lowenczyk, parece que va usted sembrando la discordia allá por donde pisa; en Jerez, sin ir más lejos, mucha gente abandonó la ciudad el fin de semana del 5 y el 6 de agosto para no tener que coincidir con usted, y los carteles de su conferencia fueron arrancados por católicos integristas. ¿Es la teología animal todavía una ciencia o más bien se ha convertido en un circo?

LOWENCZYK: Yo ya estoy acostumbrado a estas cosas.

Lo de... ¿cómo se llamaba el pueblo?... Jerez son dos o tres alborotadores que no me preocupan en absoluto. Claro, es que aquí en Occidente la teología animal no tiene el reconocimiento que merece, la tienen arrinconada, y por eso son tan tranquilas mis conferencias aquí. Usted tendría que haber estado en una de mis conferencias en Cracovia, eso sí que son alborotadores, y no los de aquí. Uno de ellos llegó a presentarse conduciendo un tractor en una de mis clases, otro intentó inundar con agua bendita una aula donde yo daba una conferencia, otro grupo me agarró, me llevó en volandas, me manteó y me arrojó al Vístula, ¡fíjese qué trago, yo que no sé nadar! Y como en Cracovia todo el mundo se conoce, resultó que el jefe de los bomberos municipales era amigo del cuñado de Kostakowicz, y me tuvo que salvar el primo de mi mujer de la limpieza, que es piloto de helicópteros del ejercito polaco. Yo he sido disparado, acuchillado, lapidado, crucificado, envenenado y hasta bombardeado, mi casa ha sido incendiada conmigo dentro y como me han reventado el coche ocho veces he de ir a la universidad en triciclo. Es que en Polonia la gente vive la teología animal, ¿entiende usted?, LA VIVE, usted no se puede imaginar las pasiones que levanta; ya quisiera yo ver eso aquí en Andalucía.

ENGENDRO: ¿Que fue lo que despertó en usted la vocacion por la teología animal?

Janusz Lowenczyk, cara a cara con su propio caos

LOWENCZYK: Una hoja parroquial. Fue a principios de los 70, siendo yo niño, cuando el boletín de mi parroquia en Cracovia publicó una noticia que decía que a un científico que hacía experimentos con ratones se le apareció la virgen y le dijo que los dejara tranquilos porque dios vivía en ellos.

ENGENDRO: ¿Ratones?¿Entonces no tuvo usted claro desde el principio que dios era un conejo?

LOWENCZYK: No. En realidad no fue hasta 1972 cuando, ante las obvias inconsecuencias a las que conducía la hipótesis de que dios es un ratón, me puse a estudiar sin prejuicios historia de las religiones, antropología, filosofía y teoría de la evolución y entonces fue cuando la divinidad del conejo se me presentó como indiscutible.

ENGENDRO:¿Y por qué no aceptó usted sin más la hipótesis de que dios es una paloma? Es que también son ganas de meterse en berenjenales.

LOWENCZYK:Pues porque me gusta complicarme la vida.En realidad, a mí me han ofrecido hasta el puesto de arzobispo de Cracovia si abjuraba de mis tesis; lo mismo ahora sería hasta papa.Pero mi compromiso con la ciencia y con la verdad teológica me protegióde esas asechanzas del maligno.Y fíjese usted que al final mi teoría se ha demostrado cierta.Quién me lo iba a decir a mí hace veintiséis años, cuando Kostakowicz acababa de presentar su libro "¿Por qué una Paloma?"; con todo el respeto que me merece Mariusz, prefiero callar mi opinión acerca de ese trabajo...

ENGENDRO:Sus polémicas con el doctor Kostakowicz han sido legendarias, habiendo abandonado ya el terreno académico para convertirse en personales.¿No han pensado en una reconciliación humana dentro de la divergencia científica?

LOWENCZYK:(saca una maleta llena de documentos):Bueno, la verdad es que yo respeto y admiro a Mariusz como persona, pero ya he advertido que no me reconciliaré con él hasta que no se retire de la teología animal.Y no es ningún capricho: es que tengo pruebas definitivas de un hecho realmente grave.Según este recorte de periódico(señala un documento de su maleta) y entrevistas que yo mismo hice posteriormente de todas las cuales existe evidencia documental debidamente autentificada, el día 12 de agosto de 1979 la niña Irina Dombrowski, de 11 años de edad, vio aparecerse a Jesucristo en el cementerio de Varsovia y, según cuenta, el señor se dirigió directamente al panteón familiar de los Kostakowicz y defecó repetidas veces, quedando su Sagrado Excremento como muestra de insuperable vergüenza y escarnio.Y cuando alguien cuyos antepasados han recibido de Jesucristo el Sagrado Excremento se empeña en seguir dedicándose a la teología animal, lo que está haciendo es restregar el Sagrado Excremento en las caras de todos los que nos dedicamos a esta ciencia.Y yo, en la parte que me toca, no puedo permanecer indiferente ante esta situación.

ENGENDRO:Debido a sus opiniones contrarias a la jerarquía eclesiástica, usted ha sido tildado a veces de rojo peligroso.Siendo usted en realidad un furibundo nacionalista polaco.¿le molestan esas críticas?

LOWENCZYK:Perdone usted, pero yo no soy nacionalista.Yo sólo digo que para mí Polonia está por encima del resto de las naciones.En Polonia se considera nacionalista a aquel que piensa que el resto de los países no deben existir; yo pienso que sí deben existir, pero que Polonia no debe hacerles ninguna concesión.

ENGENDRO:Entonces, si Polonia está por encima del resto de las naciones, no todos los conejos serán dios, sino sólo los conejos polacos.

LOWENCZYK:En absoluto.Los conejos no conocen fronteras.Todos ellos encarnan la divinidad.

ENGENDRO:Pero si los conejos no conocen fronteras y encarnan la divinidad, entonces dios está dando ejemplo a la raza humana, nos está diciendo que debemos abolir las fronteras...

 

LOWENCZYK:Noto que está usted intentando hallar una contradicción en mi teoría.No la va a encontrar por ese camino.Olvida usted que dios, por definición, se alza en un nivel superior al de los hombres y que lo que es moralmente válido en ese nivel superior no tiene por que serlo entre los seres humanos.Sólo si el señor se apareciese y ordenase expresamente que las fronteras fueran abolidas vendría el ser humano en la obligación de hacerlo, pero yo sepa, Jesucristo no predicó nada de eso ni se ha oído nunca que ningún conejo lo pida, así que lo siento, joven, pero no tiene usted razón.

ENGENDRO:¿Cómo explicaría usted la teología animal a un ateo?

LOWENCZYK:Pues... a pesar de que yo represento la corriente abierta y moderna de la teología animal actual, la que admite el diálogo con los herejes, mis intentos por convencer a los infieles de que dios es un conejo no dan mucho resultado.Yo les pediría a esos ateos de mierda(perdón) que no se cerrasen a los hallazgos de mi ciencia, que, como demostraron Copérnico, Darwin y Einstein, la verdad científica puede hallarse donde menos se la busca.

ENGENDRO:¿Cree usted en la teoría de la evolución?

LOWENCZYK:No.Mi hipótesis, como puede usted imaginar, es que un conejo creó el mundo en seis días y al septimo descansó.He mencionado a Darwin porque el exito de su disparatada teoría prueba que los racionalistas ateos son capaces de creerse cualquier cosa.Y si pueden creerse cualquier cosa, entonces ¿por qué no van a creer que dios es un conejo? Créame, mi tesis tiene un gran futuro entre los herejes.

ENGENDRO:Ya.Doctor Lowenczyk, para terminar esta entrevista, ¿podría deleitar a nuestros lectores con una prueba de la divinidad del conejo que no esté recogida en su conferencia?

LOWENCZYK:Por supuesto.Podría elegir entre muchos, pero fíjese en esta: Usted sab e que en la edad media y siglos posteriores muchos animales fueron acusados de brujería y herejía y juzgados por tribunales eclesiásticos, caballos, perros y gatos acabaron en la hoguera por no comportarse como dios manda, valga la redundancia.Pues en veintidós años de investigaciones y tras haber buceado en los archivos de las inquisiciones de Cracovia, Praga, Hamburgo y París y examinado TODAS las condenas que dictaron estas cuatro ciudades entre 1176 y 1728, NO he encontrado ningun caso de proceso inquisitorial abierto contra un conejo.De lo que se deduce que este animal siempre, incluso, en aquellos años oscuros, se comportó como dios manda, valga la redundancia.

ENGENDRO:Muy convincente. En fin, doctor Lowenczyk , gracias por habernos concedido el privilegio de hablar con usted;esperamos que tenga éxito en su gira de conferencias por Andalucía, y que el el conejo le acompañe si se tiene que enfrentar a un seguidor de Kostakowicz armado con una sierra mecánica.

LOWENCZYK: De nada, por cierto, mi libro <<¿Por qué un conejo?>> está a la venta

en librerias y mercadillos de toda Europa por un precio que oscila entre las 50 y las 3.750 pesetas , <<¿Por qué un conejo?>>, de Janusz Lowenczyk, otro gran éxito de Cambridge University Press. Cambridge University Press, los libros que iluminan el mundo.

Trs esta simpática inserción publicitaria, Janusz Lowenczyk se despide de nosotros y se dirige al albergue juvenil de la calle Isaac Peral, donde pernocta entre conferencia y conferencia, ignorante todavía de que allí le espera el doctor Mariusz Kostakowicz armado con una vara de avellano, dispuesto a practicar el exorcismo cuya necesidad ha defendido tantos años.¿Sobrevivirá el Profesor Lowenczyk a la audaz ofensiva de su rival?¿Conseguirá arrebatar la cátedra de Teología Animal de la Universidad de Cracovia a la lámpara de pie que ahora la ostenta?¿Será el conejo la especie dominate en la tierra después de un holocausto nuclear?

EL ENGENDRO no tiene respuestas a esta preguntas. Desearíamos, sin embargo que este alegre erudito polaco sobreviva a su rival y a la lámpara de pie catedrática y siga esparciendo gilipolleces por el mundo para solaz de EL ENGENDRO y consternación de las mentes bien amuebladas.

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