¿ES DIOS UN CONEJO O POR EL CONTRARIO ES UNA PALOMA? EL ENGENDRO, PERPLEJO ANTE UNO DE LOS ÚLTIMOS DILEMAS FUNDAMENTALES DE LA CIENCIA MODERNA.

Janusz Lowenczyk, principal teórico de la hipótesis conejil

 

 

Mariusz Kostakowicz, principal teórico de la hipótesis palomil

 

Muy a su pesar dada su irreconciliable enemistad, en esta página reunimos a los dos últimos representantes de una manera ya superada de entender la ciencia: JANUSZ LOWENCZYK y MARIUSZ KOSTAKOWICZ, los dos peculiares catedráticos polacos, uno de Cracovia y el otro de Varsovia,que han sacado a la teología animal del hoyo a base de locura, morbo e insultos. La crónica del enfrentamiento entre los dos teólogos animales más reconocidos del universo es tan interesante o más que la crónica de sus descubrimientos científicos, por otra parte inexistentes ya que ninguno de los dos ha conseguido probar sus respectivas hipótesis, al menos en opinión de EL ENGENDRO. Sin embargo, para describir DIOS ES UN CONEJO, la conferencia cumbre de Lowenczyk , no bastan cuatro palabras ni siete ni veinte ni cincuenta; es necesario un link entero como éste.

La polémica Lowenczyk-Kostakowicz ha sido descrita de la siguiente manera por el editor de los libros de ambos:

"Si sólo existiera uno de ellos, habría que inventar al otro. El enfrentamiento encarnizado entre Lowenczyk y Kostakowicz es la fuerza motriz que por sí sola genera la tensión creativa que mantiene a flote a la teología animal contemporánea; de hecho, es la única razón por la que Cambridge University Press mantiene en imprenta las obras de Lowenczyk y Kostakowicz, que de otra forma hubieran cumplido a rajatabla su ciclo editorial. Yo catalogaría la dualidad Lowenczyk/Kostakowicz como equiparable a la de Heráclito y Parménides o a la de Sartre y Camus, especialmente por el hecho de que también aquí las similitudes superficiales entre ambos polos de la dualidad condicionan la valoración de las discrepancias de fondo, no mitigándolas como podía esperarse sino por el contrario reforzándolas. El caso de Lowenczyk y Kostakowicz es si cabe más significativo por el hecho de que la existencia de la disciplina científica que representan , como ya he dicho antes, no sería concebible sin esa rivalidad”

Textos de Janusz Lowenczyk:

"Dios es un Conejo". Conferencia que algunos, no faltos de razón, han subtitulado "La más acabada excrecencia de la teología animal contemporánea". El rigor científico y la solidez intelectual de los perfectamente hilvanados argumentos filosóficos, teológicos, históricos y matemáticos que Lowenczyk esgrime en defensa de la divinidad del conejo convierten a esta disertación en un clásico indiscutible en el difícil arte de la retórica espiraloide. Leer

La guerra global permanente explicada a los niños, a los alemanes, a los rusos y a los dementes seniles. Artículo de Janusz Lowenczyk, publicado recientemente en varios periódicos polacos y uno de Estonia, en que el conocido pensador se estrena como politólogo y comentarista sobre relaciones internacionales usando de hipótesis y herramientas de la teología animal para desentrañar la conexión existente entre el uso de conejos en granjas colectivas en la antigua Unión Soviética, Mariusz Kostakowicz, el asfalto de las carreteras alemanas cercanas a la frontera polaca, la emigración de un primo suyo a Estados Unidos en la década de los cincuenta y el color blanco de dios, entre otros muchos factores, con la convulsa situación política actual. Ni que decir tiene que la posición de Janusz Lowenczyk a favor de la guerra es bien notoria, como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta las premisas en las que se basa su artículo. Corren rumores de que esta rotunda y criminalmente errónea postura se debe fundamentalmente a que la población polaca es la única en Europa que mayoritariamente defiende el actual plan de la administración Bush de remodelar urbanísticamente Oriente Próximo desde el aire, acabando con las precarias casas autoconstruidas típicas de la zona y con todos los enseres sin valor e individuos colaterales que en ellas se refugien ("el progreso requiere empezar desde cero", es la frase con que comienza el doctor Lowenczyk su panfletillo). En cualquier caso, un artículo de imprescindible lectura que hará que cada cual se reafirme aún más si cabe en las opiniones que sostenía al respecto, especialmente los contrarios a los conflictos bélicos y a la enajenación mental egocéntrica como pauta de comportamiento permanente. Leer

Entrevista exclusiva de EL ENGENDRO a Janusz Lowenczyk. El teólogo animal, ¿nace o se hace? El insigne pensador cracoviano desvela lo que el mundo nunca debió saber. Leer

Textos sobre el mítico enfrentamiento Lowenczyk-Kostakowicz:

"Kostakowicz y Lowenczyk, por fin en los tribunales". El crucial pleito entre los dos titanes de la teología animal narrado como sólo EL ENGENDRO puede hacerlo. Leer

Janusz Lowenczyk demuestra "científicamente" que su rival es un hijo de la gran puta, un cínico y un mentiroso patológico que además desciende de un bielorruso. Toda una muestra de caballerosidad, elegancia y exquisitez en la controversia académica; EL ENGENDRO quedóse anonadado al oírla justo en medio de la conferencia "Dios es un Conejo". Leer

Lamentamos no poder incluir ningún texto de Mariusz Kostakowicz al no haber éste permitido jamás ningún tipo de traducción de sus escritos. En cuanto aprendamos polaco, lo cual ocurrirá (o no) en los próximos cinco millones de años, prometemos incluirlo.

La obra fundamental de Janusz Lowenczyk,

"¿Por qué un Conejo?", estará disponible próximamente en estas páginas.

Imágenes relacionadas con estos dos visionarios de pensamiento penetrante y lúcido, verdaderos titanes de la ciencia moderna, padres del escepticismo ilustrado*:

*Se llama así a la comprensible desazón que siente toda persona de juicio discreto y ponderado al oír las patrañas y sandeces que sin apoyatura lógica alguna siguen esparciendo los doctores Lowenczyk y Kostakowicz (bueno, Kostakowicz ya no, pero porque le han cogido a tiempo y le han metido en un sanatorio) con el solo objeto de mantener sus respectivas cátedras y cobrar pingües y obscenos emolumentos por conferencias en el extranjero y pertenencia a grupos de investigación, acumulando así un capazo de euros que sus compatriotas honrados no conseguirían reunir ni aun sumando todo lo que recibieron sus antepasados desde los tiempos en que el caballo de Atila triscaba por las praderas polacas. Eso se llama desvergüenza. Bueno, perdón por la divagación, pero es que si elengendro.org no incluyera divagaciones, no sería elengendro.org. Decíamos que

IMÁGENES RELACIONADAS CON ESTOS DOS CUENTISTAS O CURANDEROS O CIENTÍFICOS O COMISIONISTAS:

Carteles anunciadores de las conferencias impartidas por el doctor Janusz Lowenczyk a lo largo y ancho del universo mundo. En donde se demuestra la infame catadura y disperso desarrollo mental de aquellos que tuvieron la ocurrencia de invitar al insigne profesor cracoviano a reestructurar las mentes de los ancianos prematuros de su localidad.

Próximamente en esta sección:

LA CALAÑA TEOLÓGICA DEL VEGETARIANO. El sostenido auge de la dieta respetuosa con otros seres capaces de sufrimiento en países como el Reino Unido, Alemania o Australia no ha pasado desapercibido al doctor Janusz Lowenczyk; el más vehemente defensor de los conejos del que jamás se haya tenido noticia no cree sin embargo que comérselos sea un pecado. En este artículo, publicado inicialmente en el periódico autoeditado "La Gaceta Cracoviana" y posteriormente en "La Gaceta de Lublin" y "La Gaceta de Tarnow", que no son sino fotocopias del primero con la cabecera convenientemente modificada, Janusz Lowenczyk describe otra elipsoide más con su pensamiento y aclara que el culto al conejo no tiene nada que ver con el respeto a los animales; no contento con ello, apostilla además que los vegetarianos son unos herejes de mierda porque se niegan a introducir el cuerpo de Cristo en sus organismos y además no tienen en cuenta que Polonia es exportador de carne, apoyándose en C.G.Jung para argumentar que además los adalides de la alimentación no cárnica defienden que los cadáveres enterrados sirvan de abono a las plantas, lo cual es intolerable.

Muy pronto más derivaciones no orientables de los razonamientos de Janusz Lowenczyk, tan semejantes por otro lado a una botella de Klein. 

 

 

 

 

 

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