Hoy: JOAQUÍN SABINA

Seremos breves:

Uno de los aspectos más reveladores del carácter de un individuo es su forma de reaccionar cuando por mérito propio o por accidente o por lo que sea ocurre que dicho individuo se convierte en el centro de atención de un grupo más o menos grande de gente, ya sean millones o decenas, eso da igual. Cualquier persona con un mínimo de percepción de la realidad humana y sociológica de nuestro tiempo sabe que en estos casos el comportamiento obligado es sacar pecho hasta que el esófago se salga de su sitio y considerar que no ha nacido otro ser comparable a uno mismo al menos desde la guerra del Peloponeso. Curiosamente (o no), en la actualidad no hay en EL ENGENDRO ningún ser humano que exhiba esta forma de conducirse en público, siendo más habitual la exactamente contraria, si bien es cierto que los perpetradores de esta página web se sentirían no orgullosos pero sí satisfechos si por mérito propio o accidente o lo que sea EL ENGENDRO se convirtiera en centro de atención de alguien Y LE HICIESE PENSAR. Pero lo que es válido para EL ENGENDRO como concepto y nombre colectivo no lo es para nosotros como personas individuales, como lo demuestra entre otras cosas el feroz y militante anonimato que hemos escogido para nuestras actividades.

¿Entonces qué coño hace Sabina en esta página?

Más de un psicólogo ha escrito, y si no ha escrito nos da igual, sobre LA FASCINACIÓN QUE PROVOCAN LOS EXTREMOS; uno se imagina que estos hombres de ciencia se refieren sobre todo a la extrañeza que produce todo lo aparentemente salvaje, montaraz y desbocado en la mente del ciudadano centrista y moderado que se preocupa de si el IRPF le sale o no a devolver. Pero, ¿y la extrañeza que un extremo produce en el otro?(que conste que los extremos sólo lo son respecto a un centro, así que para nosotros la palabra extremo no tiene ni mucho menos valor peyorativo) . Cuando en EL ENGENDRO no comprendemos algo, nos ponemos inmediamente a estudiarlo como bestias ávidas de conocimiento que somos, y así es como hemos llegado hasta aquí : desconcertados por el inigualable gigantismo del ego sabinil, nos hemos puesto manos a la obra para descifrar las claves genético-sociales del origen de semejante fenómeno de la naturaleza.

TRAS UNA ACCIDENTADA ENTREVISTA, AQUÍ LE TENEMOS

ES él,COMO NUNCA OS LO HAN DEJADO VER PERO VOSOTROS YA OS IMAGINÁBAIS QUE ERA.

Ver retrato

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