Éste es el sector de nuestra página web donde EL ENGENDRO se explaya en la subversión lúdica y lógica usando de textos que tras metódica búsqueda fueron hallados donde ello es costumbre:

En las cloacas de nuestras mentes calenturientas, bajo indestructibles y berroqueñas construcciones formales que preservan la iconoclastia, el ludismo y el comunismo libertario de los ataques mentales de la masa cenutria.

YENDO MÁS LEJOS:

Obras engendriles

Dios es un Conejo. Este es el lugar donde EL ENGENDRO encuentra el teatro del absurdo y se deja de monsergas y sandeces. Un contundente a la par que necesario ataque al sacrosanto concepto de autoridad académica y a la no menos sacrosanta figura del especialista ansioso por convertirnos a todos en palurdos ignorantes que le sigan a pies juntillas debido a sus títulos universitarios y a su reconocida-experiencia-en-la-materia, enajenando así la capacidad para el pensamiento libre y autónomo inherente a todo ser humano por mucho que les joda.

 

La universidad y las cucarachas. Fumigación del alumnado universitario (en preparación). Roy Estrada, el multimillonario tejano que usurpó el nombre del bajista más carismático de la historia para asociarlo a sus negros fines, lleva el capitalismo a sus últimas consecuencias usando de una técnica que casi siempre les ha dado resultado: llenar los huecos del discurso con la idea de poder. Qué más da que lo que se quiere demostrar sea la conveniencia de dar las clases en tiendas de campaña una vez se haya reducido el número de estudiantes universitarios en un 99,95%, todo esto con el objetivo de reducir el déficit público, o que se propugne subastar todas las universidades y que el comprador de cada una sea su único alumno para así evitar que los caballos vuelvan a entrar en las aulas... ¿NO TIENE SENTIDO? ¿NO? PUES LAS CONSECUENCIAS INTERMEDIAS TAMPOCO.

 

La perenne amenaza urbana (en preparación).Un fantasma recorre los suburbios; el fantasma del dadaísmo maternal xenófobo. Toneladas de tontería se ocultan detrás, y entonces nada es lo que parece...

 

 

Trozos de vida

Esos zotes, zopencos, malandrines y necios. Hubo una vez en algún lugar un mafioso que se creía rey y que aprendió a MANDAR obedeciendo a quien realmente ceñía corona. Este ridículo enano mental afectado de cretinismo galopante y servilismo incapacitante solía ocultar sus enormes lagunas mentales ora ensayando gesto firme y enérgico, ora dirigiéndose a aquellos tan imbéciles como él (que en su tierra eran legión) para decirles: "Miradme, soy tan imbécil como vosotros, soy de los vuestros". A él y a los suyos, que detrás de su hedionda figura se arremolinan para pillar trozos del pastel, les dedicamos estas pequeñas estrofas, disponibles en versión esqueletoide y versión íntegra.

Lengua de signos. En el subsuelo nos escondemos todos...

El cerumen de la existencia. Sólo puede decir que ha vivido quien ha vivido y además sabe contarlo sin conceder a sus vivencias una importancia más allá de lo particular y de su relevancia en un determinado contexto, pero...algunos presuntuosos de mierda se creen que lo han visto todo y lo han vivido todo. Como el personaje que entona este cántico, el cual presume de parecerse a Tom Waits por su profesión de visitador médico.

Payaso siniestro. Según las crónicas que nos llegan desde el Imperio del Mal, más de un asesino en serie de los que por allí menudean hizo carrera de payaso animador de fiestas infantiles o de Papá Noel en centros comerciales o algún otro empleo basura basado en la diversión de todos los presentes menos el trabajador. Y es que todos sabemos que para una mente ya predispuesta a las barbaridades el absurdo que habita con vocación de permanencia los centros comerciales adonde van los niños que antes jugaban en las calles ha de perturbarle ya del topo. Es así como nace el concepto de PAYASO SINIESTRO, aquí explicado con singular dramatismo.

Presunción de culpabilidad. Todo aquello que nos ennegreció la mente y nos hizo invisibles...

Seres diminutos. O de cómo la existencia de algunos especímenes soldadescos y gregariamente repulsivos sólo tiene valor desde un punto de vista humorístico. La música añadida a estos versos destila un aroma centroeuropeo de posguerra bastante irónico.

No prohibirán a las palomas cagarse encima de mi estatua. Pues eso.

Con los brazos pegados al cuerpo. Vivimos en un planeta en el que son posibles la venta por catálogo de aparatos de gimnasia, la creencia en la posibilidad de reencarnarse en una lagartija y la existencia de un campeón mundial de futbolín. La problemática existencial de este último es desde luego más interesante que la de Calvin Klein, de modo que por qué no describirla aproximadamente así...

 

 

    PRONTO MÁS...

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